MATRIMONIO CRISTIANO

La ley Moral inscrita por el Creador en el corazón de todos los hombres, permite discernir el bien y el mal, mediante la razón, y pone la base de los deberes y de los derechos fundamentales de la persona, de la Comunidad y de la misma ley Civil. Existe la costumbre de razonar que los tiempos han cambiado y que ya no es pecado grave lo que era hace años. No es cierto; Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios, no han perdido vigencia con el tiempo y seguimos teniendo la obligación grave de cumplirlos. La expresión tan en boga :" Yo obro según me dicta mi conciencia ", carece de valor y de fundamento, porque el cristiano bautizado tiene la obligación de formar su conciencia si es errónea. El matrimonio cristiano es un Sacramento,instituído por Dios, con lazo perpetuo e indivisible y " que fue protegido, confirmado y elevado, no con leyes de los hombres, sino del Autor mismo de la Naturaleza, Dios". Sus leyes, por lo tanto, no pueden estar sujetas al arbitrio de los hombres ni tan siquiera de los mismos cónyuges. Quiere decir que no es un simple contrato civil ( como el matrimonio Civil), y una vez rato y consumado no puede romperse por voluntad de los contrayentes. No existe razón humana, por fuerte que pueda parecer, capaz de justificar el divorcio, que es contrario a la ley Humana y Divina. Un matrimonio civil, para los cristianos, es un real concubinato. La unión carnal entre un hombre y una mujer, fuera del matrimonio cristiano es fornicación. Luchar contra la delincuencia juvenil o contra la prostitución de la mujer y favorecer al mismo tiempo el descrédito y el deterioro, los derechos y los deberes de la institución familiar, con leyes como la del divorcio ( ¿expres? ) es ,por lo menos, una ligereza y una contradicción.